martes, 3 de mayo de 2016

Desastres Naturales



Un terremoto (del latin terra “tierra”, y motus “movimiento”) , también llamado sismo, temblor, temblor de la tierra o movimiento telúrico, es un fenómeno de sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre producidas por la liberación de energía acumulada en forma de ondas sísmicas, se produce por la actividad de fallas geológicas. También ocurre por las causas de fricción en el borde de las placas tectónicas, procesos volcánicos o incluso pueden ser producidas por el hombre al realizar pruebas de detonaciones nucleares subterráneas.
El punto de origen de un terremoto se denomina foco o hipocentro. El epicentro es el punto de la superficie terrestre que se encuentra directamente sobre el hipocentro. Dependiendo de su intensidad y origen, un terremoto puede causar desplazamientos de la corteza terrestre, corrimientos de tierras, maremotos (o también llamados tsunamis) o la actividad volcánica. Para medir la energía liberada por un terremoto se emplean diversas escalas, entre ellas, la escala de Richter es la más conocida y utilizada en los medios de comunicación.
  El movimiento de la superficie terrestre que provoca un terremoto no representa un riesgo, salvo en casos excepcionales, pero sí nos afectan sus consecuencias, ocasionando catástrofes: caída de construcciones, incendio de ciudades, avalanchas y tsunamis.
Aunque todos los días se registran una buena cantidad de terremotos en diversas partes del mundo, la inmensa mayoría son de poca magnitud. Sin embargo, se suelen producir dos o tres terremotos de gran magnitud cada año, con consecuencias imprevisibles y, a veces, desastrosas.


 
http://www.astromia.com/tierraluna/terremotos.htm

 

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